Lorenzo: ¡¡Almudita!! ¡¡Mi amor!! ¿Puedes venir un segundo?
Almudena: Espérame un minuto por favor, estoy terminando, me voy a bañar y aprovecho de ver que tienes.
Apurando el paso, bota una taza, pasa a llevar el agua hirviendo y se quema el brazo, se tropieza con un juguete dejado descuidadamente en el suelo...
Almudena: A ver... ¿qué es eso tan raro?
Sacándose la toalla, muestra en su ingle una pretuberancia importante. Almudena tratando de no fijar la mirada en otra parte más interesante, se inclina y pone sus dedos sobre este bulto.
Lorenzo: Ves amor que es extraño, lo descubrí hace un par de semanas, pero no era tan grande, ahora me sorprende, porque aparte de impresionar por su tamaño, parece que impide que este otro cumpla con su deber...
Almudena: Es cierto, es muy impresionante. ¿Fuiste al médico? Creo que es una hernia, mi papá tenía una y usaba un aparato de cuero, como un "colaless" que tenía una parte que hacía que no se saliera. Quizás podrías usar una de esas, si es que no quieres operarte.
3 comentarios:
Jajajajajaja que buena historia, me encomiendo a Dios para que nunca me ocurra, pero en fin, si no quiere Lorenzo tener el testiculo del juicio, es mejor que se opere, o de lo contrario no cumplira con su papel de hombre...
Y eso si que es grave
Son cosas de la naturaleza, que se pueden perfectamente subsanar, lo otro es que Lorenzo sea hipocondriaco (jajajaja) y le duelan hasta la uña encarnada ...
un besote
te quiero mucho manita mia de mi
uff si...una mancha, un bulto...cualquier cosa que aparezca en el cuerpo...ufff...y uno entra en pánico. siempre se necesita la palabra de una mujer...ellas si que tienen hombría y saben hablarnos con tranquilidad y dulzura....para que no entremos en pánico y digamos...."me voy a moriiiiir...me voy a morirrr..mira el bultito....mirá"
jejeje
besitos
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