domingo, 11 de enero de 2009

La frágil frontera de la realidad

Pasó corriendo frente a su casa, despavorido, como si fuera perseguido por un séquito de maleantes. No se detuvo, inexplicablemente, siguió como si no supiera que ese era su refugio. Su madre se incorporó en la cama, percibiéndolo, pero al no sentir la llave en la chapa de la puerta, volvió a dormir. También lo intuyó su gato, quien de un salto se posó sobre el respaldo del sillón donde se puede observar mejor hacia afuera. Movió ligeramente la cola, pero al percatarse de que nadie entraba, volvió a su cama, acomodó las mantas dispuestas para su descanso y se entregó al sueño.
Dos cuadras más abajo, Misael se detuvo, exhausto. Miró hacia atrás, no venía nadie siguiéndolo, había corrido por 7 cuadras sin parar. Pensó: "los perdí, ahora podré volver a casa, sin exponer a mi madre a alguna revancha de estos miserables". No alcanzó a terminar este pensamiento, cuando 3 hombres aparecieron por detrás de unos matorrales y otros 2 por la espalda. No sabía que hacer, lo habían emboscado, quizás sabían dónde vivía y tomaron otro camino para darle alcance, sospechando que llegaría desarmado y agotado.

Misael los conminó a la tranquilidad, a decirle que necesitaban de él y que si estaba a su alcance se los entregaría de inmediato. Les explicó que sólo vivía con su madre, una mujer muy trabajadora que tenía muchas comodidades obtenidas, todas, con gran esfuerzo, y que él estaba dispuesto a entregar para que no les hicieran daño.

El más corpulento de los 5 hombres le anunció: "No queremos nada material, ni molestar a tu madre, ni robarte nada. Sólo queremos el dedo pulgar de tu mano derecha. Es un trofeo, no te dejaremos en paz hasta obtenerlo. Misael sintió una brisa congelar su cuerpo entero. Jamás pensó en una tortura como esa. Sin darse cuenta se desvaneció, no vio nada más, no escuchó nada más. Despertó en la misma esquina, con la mano derecha sin su pulgar, pero no había sangre, no había herida, no había dolor.

Corrió como un loco hasta su casa, su madre aún dormía, subió raudo las escaleras, abrió la puerta del dormitorio de Eva, la despertó, la besó y le mostró la mano sin su pulgar. La mujer no pudo sino dar un chillido escalofriante y desmayarse ante tan dantesca imagen. Misael, la tomó entre sus brazos, la cobijó, la protegió y la acomodó en su cama. Esperó algunos segundos y se fue a dormir, había sido una larga noche.

Al día siguiente, Eva bajó hasta el comedor, como hacía cada mañana para servir el desayuno a Misael, con el horrendo recuerdo de la noche vivida, con la imagen de la mano mutilada de su hijo. Al llegar a la cocina, vio a Misael de espaldas hacia ella, tocó su hombro, lloró desconsoladamente, lo volteó hacia ella, pero al mirar la mano de su hijo, el pulgar estaba en su lugar, no había señales de lo que había visto algunas horas atrás. Misael la miró con compasión, la abrazó y le susurró al oído que había sido sólo un mal sueño, una terrible pesadilla y plantó un cariñoso beso en su frente.

Eva volvió a su dormitorio atónita, se miró al espejo tratando de reconocer ese rostro que la había acompañado siempre, pero no lo vio, no lo encontró, esa cara que estaba al frente era la de otra persona, otros ojos, otra mirada. Sólo Misael las unía. ¿Había sido sólo una pesadilla?

7 comentarios:

Don Pepe dijo...

Uyyyy que sierto es lo de la delgada linea de la realidad, que tan reales podemos llegar hacer, no se.
Pero cada vez que me convenso y aseguro a otro de que la realidad es esat y no hay mas, claro esta que traspase esa frontera...

Besos Monita y que gusto que vuelvas a caminar junto a nosostros.

decisiones para la vida dijo...

Pepito:

Es tan cierto que me pasó a mi, claro está dramatizado, pero tuve esa pesadilla tan real que me hizo llamar al Salvi para saber si estaba bien... ¡¡na pesadilla tan real!!. En época de bajones mi producción e imaginación crecen, así es que espera y verás.
Gracias por tus palabras,
Mona

Luzjuria dijo...

La linea entre lo real y lo imaginario es tan fina, que no sabemos en que momento se traspasa ... Tal vez en una realidad alterna esa historio fue real...

Te quiero mucho manita mia de mi (como diria OGU)

Mi Ser dijo...

Y los disfraces de la realidad se visten de grises… o quizá de blancos…
En que silueta quieres emprender vuelo?...
Que brisa quieres abrir tus alas?...
En que estación tienes parada?...
Donde están tus comienzos para volver a vivir tu realidad….

Abrazo tu Ser Amiga…
Mi Ser.

Anónimo dijo...

Mi realidad es tan penosa, que casi mejor que viva únicamente dentro de mi imaginación. Me encantó leerte bajo la voz del gran Silvio. Sin duda uno de mis referentes. Me alegra coincidir en cosillas contigo. Eres un ángel. Gracias por ser y por estar. Besos.

decisiones para la vida dijo...

- Hermana querida: no quisiera siquiera pensar que esta historia fue real en ninguna dimensión... quisiera pensar que los medicamentos han hecho estragos en mi cerebro y que mi imaginación se ha librado de las ataduras que la mantenía prisionera... Gracias por estar siempre, te quiero.

- Mi Ser linda: en la silueta transparente del alma libre, con la brisa fresca de una madrugada azul, en la estación inexistente de la tranquilidad... quisiera saber dónde parto, dónde comienzo, dónde me desvié... Te quiero mucho.

- Mi triste Alatriste: ¿y la vivencia de Paula? ¿y la experiencia con Auxi? ¿y el viaje a Londres? Que tu pena no impida que sigas disfrutando de tanta belleza, de tanto talento, de tanta sensibilidad, de tanta maravillosa creación. Eres grande, eres bello, ayúdate a sacudirte la pena y a comenzar a reir a carcajadas. Gracias por leerme y por tan lindas palabras derramadas en mi casa apenada.

Abrazos esperanzadores,

Mona

manu dijo...

uff ufff, me hizo temblar un poco la historia. lo escrito me aceleró el corazón en un momento, lo cual significa que lo escrito me llegó...uf...uf ...uf


...uf


besito