domingo, 15 de febrero de 2009

Una esperanza

En las mañanas que miro a través de mi ventana,

con la esperanza de dirigir mi pupila hacia esos desiertos.

De ver esos desiertos que habitan en el asfalto,

De disfrutar esos desiertos que simulan ser frondosos.

En esos desiertos he hundido mi mano confiada,

a cambio he recibido arena ardiente, quemante,

Con temor vuelvo mis ojos errantes

hacia refugios inventados.

Descubro unas manos lejanas,

que se acercan cálidas, pero no ardientes,

me envuelven en un manto tibio y sedoso,

del que quiero aferrarme eternamente.

Me tiran por los pies otras frías y húmedas,

ruego a esa mano cálida me sostenga,

no me deje partir, me salve,

escudriño en mi alma la más suave promesa realizada,

los oídos sordos de esa mano fría no entienden,

con el afán de quedarme en la tibieza,

se confunden los pedidos,

la mano tibia me suelta y la fría me subyuga.

Saco una voz distorsionada, quemante,

pretendo que el calor me rescate,

los rugidos escalofriantes inundan el espacio,

mi mano cálida no me escucha,

sigo gritando hasta ensordecer el frío

hasta incendiar el témpano.

Por fin, me jala fuertemente,

la espezanza se viene a nuestro lecho,

por fin, la esperanza se nos queda.

4 comentarios:

Luzjuria dijo...

Que las caricias tibias de esas manos sedosas te mantengan siempre...

Un besote, te quiero mucho

Don Pepe dijo...

La esperanza de un nuevo día, mejor al que al anterior, buscando el refugio calido y fraterno de aquellos que te aman de verdad, fuente inagotable de esperanza.

Un beso esperanzador.

Clarita dijo...

Precioso Mona, siento muchísimo mi abandono temporal, estoy ahora muy liada pero me ha encantado volver a leerte y volver a emocionarme con tus palabras tan cálidas y dulces!!
Un beso enormemente enorme...

decisiones para la vida dijo...

- Mi manita querida: estamos en eso, ya volvimos al departamentito y estamos SOLITOS... ojalá podamos volver a reencantarnos. Besitos.

- Pepito: Espero la esperanza con esperanza, la quiero bienvenir pronto, nos hace falta. Abrazos.

-Tierna Clarita: no te preocupes por abandonarme a veces, tienes que hacer tus cosas bien y cuando estés tranquilita te sientas con toda la paciencia del mundo para no aburrirte con tanta cosa que he escrito en estos días. Un abrazote,

Mona