jueves, 5 de marzo de 2009

Hablando de valores

Relacionado con el mismo tema del post anterior, en estos días me he acordado mucho de mi papá, lo he sentido en cada cosa que he hecho. Traté de acordarme de las conversaciones que teníamos, que no eran muchas -pues él viajaba y permanecía fuera del país por varias semanas-, pero bastante contundentes, sobre todo cuando ya estaba más grandecita.

Él tenía su forma especial de ver la vida, no era muy transigente con sus preceptos, pero me enseñó a no dejarme pasar a llevar, levantando un poco la voz y dejando claro quién era yo. No me enseñó que a los hijos hay que tratarlos con dulzura, sino con mano dura para que aprendan de chicos a obedecer, pues en la vida uno se encuentra con miles de situaciones en las que, como decimos los chilenos, "hay que bajar el moño", que a los hombres no se les puede tratar igual que a las niñas, decía él. Lo que no se aprende con delicadeza, entra con firmeza. Si bien, en su momento no lo entendí y llegué a despreciarlo muchas veces, ahora que soy mamá, sus palabras retumban en mi cabeza y las encuentro tan sabias, tan verdaderas, tan protectoras. Él tenía formas en las que podíamos notar su amor hacia nosotros, lo demostraba en regalos, elegidos con pinzas, para cada uno.

Ya en la adolescencia, no me dejaba salir, decía que mis amigos debían ir a la casa y que él tenía que conocerlos y darles el visto bueno... pero todos sabemos que en esa etapa tan confusa de la vida, sólo queremos rebelarnos y hacer todo lo contrario de lo que nuestros progenitores nos dicen. Para mantenerlo tranquilo, llevaba a mis amigos y amigas a la casa, pero a escondidas me arrancaba, bajo la complicidad de mi madre -quien no estaba de acuerdo con él- dejaba una almohada en mi cama y bajaba de puntillas las escaleras, obvio esperaba primero que él empezara a roncar. Abajo me esperaba un grupo de amigos con los que nos las arreglábamos para ir a alguna de las casas a bailar, ese era nuestro gran festejo, sólo bailar, música de los ochentas, aprender nuevos pasos y cantar con guitarra... canciones de Silvio. Esas arrancadas fueron las primeras que me llevaron a conocer a quienes ocuparían un lugar especial en mi corazón, cada uno de ellos no pasó la prueba con mi papá, pero sí se transformaron en mis amores adolescentes.

Mi fascinación por escribir nació en esa época, ya a temprana edad, le tiraba cartas de amor al hermano de una amiga, mucho mayor que yo, quien obviamente no me daba bola y me devolvía las cartas, situación que me hacía muy infeliz y que no comprendía. Ahora vuelvo mi cabeza hacia atrás y me da un poco de vergüenza pensar en las cosas que hacía. Alguna de esas cartas aún duermen en una caja con recuerdos, a veces las leo y, de verdad, escribía bien bonito, con metáforas, muy poética. Incluso, una vez una de esas cartas cayó en manos de mi mamá, quien me llamó muy enojada y me pidió explicaciones por esa locura. Tenía 14 años...

Si bien fui rebelde y mucho, recuerdo con cariño la profunda voz de mi padre llamándome la atención por haberle desobedecido, por haberle sacado el auto sin permiso, por haber llegado más tarde de la hora acordada, por haberme sacado una mala nota en el colegio, por miles de cosas.

Ahora extraño sus palabras que, a pesar de ser tan radicales, las he transmitido a mis hijos casi textualmente, sólo cambia la forma. En algún momento de mi vida necesité que me acariciara o que me dijera, cuando me retaba, que lo hacía porque me quería. Quizás ese fue su único error, quizás eso impidió que nuestra relación no fuera más cercana.

En sus últimos días de vida, cuando ya lo consumía un cáncer terrible, nos pidió perdón a todos, nos dijo que nos amaba y que todo lo que había hecho en su vida era porque éramos lo más importante para él. No quiso someterse a ningún tratamiento, su cáncer estaba muy avanzado y sólo se le indicó un tratamiento paliativo para el dolor. Duró 3 meses, como todo en su vida, terminó drásticamente...

13 comentarios:

Clarita dijo...

Mona cielo, me has emocionado tanto, me ha encantado tu entrada, eres corazón puro, lo sabes, no?
Es bueno recordar y cuando nos vemos en su piel, entendemos más el comportamiento que han tenido nuestros padres ante situaciones que nosotros, bien por nuestra rebeldía o juventud, forzábamos en más de una ocasión!
Quedate con las palabras de amor de tu padre, con esos momentos que tan adentro guardas y piensa que él está velando día y noche por su linda niñita Mona!

Eres un cielo, gracias por abrir tu corazón y emocionarme, hoy lo necesitaba!!Un enorme beso

Don Pepe dijo...

Monita de manjar con nueces:

Me emocionaste hasta las que tú no tienes… Aveces remendamos a nuestros padres por ser muy estrictos o posesivos, y solo lo hacen por nuestro bien, gracias a Dios aún conservo a los dos vivos y aunque con mi Padre no tenemos conversaciones de amigos íntimos, llegamos a un consenso de ser íntimos conocidos.
Creo que hoy le diré que lo amo…

Besos con crema y moca para ti…

Luzjuria dijo...

Leo tus palabras y él aparece sentado en el comedor de tu departamento leyendo el diario. Hombre grande, no solo de estatura, yo lo quería mucho, él por lo menos me aceptaba como tu amiga, complice con mis padres ellos se contaban todas las locuras que cometiamos en esa época.

Manita querida, besos nostalgicos por los momentos que no regresaran

Mi Ser dijo...

Seguramente tu padre está en el cielo moviendo la cabeza y concintiendo que le reconoces sus esfuerzos... esos esfuerzos que hoy te llenan de orgullo de gratitud y valor.... aquello que un dia dolio hoy da paz...conformidad y agradecimiento... Eso me ocurre a diario aún.... y más agradezco la vida que tengo...el paso que doy... y la mirada de ellos en mis ojos...

Gracias hoy Mona...
Mi Ser.

noelia dijo...

mona , mi niña, yo te entiendo, yo también tengo la ausencia de mi padre, de todo lo bueno y de todo lo malo a la vez.
pero estoy segura que te estará viendo desde arriba, y se sentirá muy orgullosa de ti, y que pases su legado a tus hijos, sus nietos.
un beso grande
noelia

Mon dijo...

Buenas guapa,
La maternidad es el unico trabajo indefinido que existe y el mas dificil pues viene sin mas instruccion que nuestra paciencia, nuestra necesidad de hacerlo mejor y nuestra experiencia vivida. Yo no tengo hijos y admiro a quien los tiene y lucha en contra de la tristeza y los problemas para seguir los juegos y las risas que necesitan.

Cada parte de vida tiene su experiencia y de lo que fuimos tenemos que sacar la mejor parte para mejorarnos y mejorar la vida de quien esta cerca.

Besos guapa, no conocia tu historia. Te quiero mucho.

Mon (o tu mono jejeje , se quedo escrito asi, sin querer)

Castrodorrey dijo...

Da gusto leer todo lo que escribes, Mona. Y al hilo de este post tuyo, decirte que de igual manera encuentro aquellas reprimendas de la adolescencia, que me resultaban tan odiadas. Ahora, echo de menos el tiempo que no estuve con mi padre.
Pero ya sabemos que eso es ley de vida, que, uno crece y madura, y ve las cosas de diferente color. No obstante, tu forma de contarlo, amiga, es una genial manera de traer esos recuerdos. Me emociono al leerte mi querida Mona.

Clarita dijo...

Mona he vuelto para volver a empaparme de tus palabras!
Espero que estés bien cielo..
Se te echa mucho de menos por estos lugares!Vuelve que, sin duda, al leerte disfrutamos de tu presencia en nuestros corazones!
Un beso cielo

Luzjuria dijo...

Manita, le deje una cosita en mi blog, pase a buscarlo, te quiero n+1

Un besote

decisiones para la vida dijo...

A todos ustedes, mis queridos amigos de las letras y del amor. Sin duda este post lo escribí con lágrimas en los ojos, recordando a ese señor grande, de voz muy ronca y bello. Todos sus comentarios no han sido más que reafirmar que lo que nuestros padres nos entregan desde pequeños, es la forma de que en el futuro utilizaremos con nuestros hijos, la firmeza, la responsabilidad, el autocuidado y obviamente el amor.

No puedo más que agradecerles las hermosas palabras que me han bridado. Todos, ya grandecitos, podemos entenderlos.

Los quiero mucho a todos, mis queridos amigos en la intimidad del alma, que le alimentan cada día con ese cariño inconmesurable que recibo.

Estoy un poco desaparecida del mapa porque mi doctor decidió hospitalizarme y recién hoy autorizó la entrada de mi notebook.
Estoy algo delicada pero con un tratamiento que espero surta efecto pronto.

Les mando a todos y cada uno de ustedes un beso gigante y grandes abrazos,

Mona

Castrodorrey dijo...

Mi querida Mona, que salgas prontito, que te echo de menos. Mucho.
Un abrazo grande

Clarita dijo...

Cielo,espero que te pongas buenita pronto, cuidate mucho.
te quiero Mona, mil muacks

hatoros dijo...

ERA UN HOMBRE BUENO TU PADRE.
Y TU ESCRITO EN EL RECUERDO DE ÉL, A SÍ LO DEJA VER.
MUCHAS GRACIAS POR HACERNOS RECORDAR AL QUE NOS DIO LA VIDA.