domingo, 17 de mayo de 2009

Una noche bella


¿Hay algo más placentero que estar junto a las personas que más amas? Estoy segura que la respuesta será sí, un gran y unísono SÍ. Pues bien, hace algunos días estuve de cumpleaños, ese día fue uno de los mejores de mi larga vida, recibí mucho cariño de personas que no esperaba y lógicamente el amor incondicional de mi querida familia y de mis entrañables amigas y amigos. Como si eso fuera poco, el sábado se reunieron en mi honor mis hijos, los que aparecen en esa bella foto besándome, mi madre, mi pareja y mis dos amigas más queridas.
Fue una noche hermosa, llena de buena onda, buenas vibras, amor y diversión. Mi hija mayor se encargó de todos los preparativos, para que yo no hiciera nada, mi hermana trajo su especialidad culinaria, la que vino a complementar con todo lo demás, fue el broche de oro. Nos reímos, recordamos cosas divertidas que nos habían pasado.
No tengo más que agradecimiento y emoción por esa noche, en la que me sentí como una reina.

lunes, 11 de mayo de 2009

La Revelación de unas gafas


Duro es, cuando la realidad se te presenta de sopetón, sin que tú le hayas abierto la puerta para invitarla a pasar. Pues así me sucedió anoche, la intrusa vino y se quedó, sin que yo pudiera evitarlo. Me sentí como Mr. Magoo, trataba de leer un libro de Isabel Allende, con letras bastante pequeñas (hasta hace un corto tiempo no reparaba en ese detalle), no podía ver bien las letras, lo que me desconcertó. Medité un rato y recordé que hacía algún tiempo un oftalmólogo me había recetado gafas para leer de cerca. Nunca las había usado, no pensaba que las necesitaría, ni siquiera tenía idea de dónde estaban. Di vueltas mi velador, donde no sólo las encontré, sino que aparecieron cosas que creía perdidas, esto suele sucedernos a las mujeres, incluso a veces en nuestras carteras aparecen inesperadamente ese tipo de cosas, las que buscamos largo tiempo y sólo encontramos cuando no buscamos.

Debo confesar que me costó trabajo reconocer que me podrían ayudar a leer, así que demoré un rato en ponérmelas, las limpié con su pañito agamuzado, las miré con desconfianza y las volví a poner en su estuche. Nuevamente traté de sumergirme en la lectura, me acerqué el libro, lo alejé, acerqué la lámpara de noche hasta casi quemarme con la ampolleta... nada podía hacer que mis ojos enfocaran bien para juntar las palabras y entender lo que leía. Finalmente decidí usarlas, grande fue mi sorpresa cuando las letras se separaron, se volvieron nítidas y pude leer sin ningún problema, volver a sumergirme en esas letras que tanto me gustan y me hacen soñar. Hacía mucho tiempo que no sentía la necesidad de leer, no sé si será porque mientras estuve enferma, no podía concentrarme y tenía que dejar a un lado el libro, con mucha impotencia, con mucha rabia. Prefería no leer a tener que releer todo porque no había entendido nada...
Afortunadamente, mi hábito está volviendo a ser una necesidad, vuelvo a elevarme con los escritos tan bellamente mostrados, vuelvo a sentir que las letras y yo somos amigas. Espero que estas gafas también se conviertan pronto en mis amigas, no sienta que se me vinieron los años encima, no sienta que envejezco sin ojos, sería el peor castigo que pudiera recibir.

viernes, 8 de mayo de 2009

El tren del encuentro

Un viaje inesperado resultó de una conversación muy animada y divertida sobre los paseos pasados que habíamos realizado hacía algunos años. Recordamos los viajes flash que realizábamos bastante seguido en tren, con los niños a bordo. Lo más lejos que habíamos llegado era a una ciudad a 140 kilómetros de Santiago, llamada San Fernando. Esa vez fuimos en verano con los tres niños y estuvimos 3 horas sólamente, disfrutando de la hermosa plaza de armas de esa ciudad, en la que habían unos autitos a pedales para que los niños la recorrieran en su plenitud, también el viaje en tren los había dejado encantados, no se cansaban de correr entre los asientos por el amplio pasillo que ofrecen estas hermosas máquinas, llevados por el vaivén y el característico sonido de los fierros.
Otro viaje que habíamos realizado fue a otra ciudad cercana a Santiago: Rancagua, en esa oportunidad sólo fuimos a un súpermercado, anduvimos en un bus que nos acercó al centro comercial. Fue un loco viaje por 1 hora, pues habíamos partido algo tarde desde Santiago y la frecuencia de trenes nos impedía volver más tarde. Viaje muy parecido al que realizamos la semana pasada, los dos solitos.
Hace algunos años, los itinerarios de trenes eran muy variados, salían muy seguido y muy hacia el mítico sur de Chile, había coches cama, dormitorios con camarotes muy cómodos, comedores con deliciosos platos para degustar. Lamentablemente, un fraude en la administración de la empresa que estaba a cargo, destruyó casi por completo la posibilidad de viajar en estos nostálgicos trenes. Se levantaron los rieles que conducían a estos mágicos lugares, escondidos en antiquísimos bosques de robles, araucarias, canelos y tantos otros. Para los amantes de estas enormes enginas ha sido un golpe demasiado doloroso. Es inexplicable esta situación, un medio de transporte tan limpio, relegado al olvido y al deterioro. Tanto es así, que se han suspendido los históricos trenes que hacían sus viajes hacia el norte, incluso uno que corría sólo a 30 kms. por hora y que su destino era la cuidad de La Paz, en Bolivia. Este viaje lo realizaban personas que venían desde Bolivia a Chile y viceversa, con productos para vender en uno y otro lugar. También lo tomaban personas que les gustaba la aventura y conocer parajes que con ningún otro medio de transporte se lograban observar.
Ahora existen algunos recorridos, de los muchos que se ofrecían. Uno de ellos es la ruta del vino, que sale desde la turística Viña del Mar y recorre parajes hasta llegar a la región de Colchagua, conocida por sus maravillosos vinos. Este hermoso viaje es inalcanzable para la mayoría de las personas que, como nuestra familia, no pueden gastar ni la cuarta parte del costo. Está diseñado para turistas europeos, norteamericanos, asiáticos y australianos; es impensable que nuestro patrimonio de desmorone de esa forma, quitándonos la posibilidad de volver a soñar con viajes largos y recorrer parajes maravillosos que desde la carretera no se ven, cruzar por puentes de fierro, donde el vértigo a veces me juega malas pasadas. Al fin y al cabo, una empresa que fue en algún momento del estado, con todas la dificultades que ello acarreaba al ser traspasadas a manos privadas hubo sólo despilfarro y destrucción.
Esperamos que en un futuro no tan lejano, se vuelvan a zurcar los rieles de nuestro querido Chile

jueves, 30 de abril de 2009

Hojas rojas

El otoño este año tardó algo en presentarse, con sus colores tibios augurando el inmenso frío que nos regalará. Desde mi ventana puedo observar los árboles comenzando a desnudarse, entregándonos un paisaje hermoso que nos hace pensar en la maravilla de su vida. Tras un largo y caluroso verano el viento se hace cada vez más penetrante.




Volviendo de un corto viaje fuera de Santiago, miré por la ventana los viñedos pintados de rojo, cual ejército se presentaban imponentes y preciosos, podía sentirlos marchando ordenadamente por el valle. El recogimiento que me hicieron sentir, me hizo olvidar mi desprecio por el frío, fue un remezón de cordura, una bofetada en el rostro que me hizo pensar que debía disfrutar la escena y dejar de aborrecerlo, me habló al oído tiernamente, con su halo fresco, traspasó mis sentidos, cambió mi apreciación, revolucionó mi mente y mis huesos, los que duelen profundamente con el frío de su soplo.

Las pinceladas se impregnaron en mi retina, luego de cruzar un largo túnel que me volvía a la realidad citadina. En la ciudad es escasa la posibilidad de ver tan bello escenario, con la plenitud que regala la inmensidad de los valles.

lunes, 27 de abril de 2009

Mi auto-bienvenida

Llevo ya una semana incorporada, a media máquina, a mi querido trabajo, destinada a otra localidad de Santiago, más cerca de mi casa, que cumple con algunas característias que la hacen adorable. Estoy trabajando con dos compañeros que me entienden y no me presionan para nada. En un trabajo como el que desempeño eso es varolable y tranquilizador, debido a que después de 3 meses de licencia médica me ha costado recordar todos los temas que tenía a mi cargo.

Afortunadamente, de a poco mi mente empieza a aclararce y a desear estar con todos mis sentidos volcados en esta labor que me gusta tanto, en la que siento que aporto con cosas concretas, con un granito de arena, a aliviar la pena y desazón con la que las personas agredidas llegan frente a mi.

Espero con paciencia yo también, volver a tener el lugar que dejé al enfermarme, ese lugar premiado con elogios y palabras de apoyo. A veces es necesario recibir estímulos, recibir el cariño verdadero de quienes te conocieron sana, siempre con la dispocisión para ayudar y lograr una acabada manifestación de mis atributos.

Extrañaba escribir en este sitio, extrañe mucho a mis amigos, con los que retroalimentamos nuestra pasión por las letras, con los que logramos hurgar en sus sentimientos y, por cierto, en los míos también.

Me doy la bienvenida, me doy la oportunidad de reintegrarme y revertir cualquier comentario que podría haber salido de personas que no me conocen y que no hacen más que hacer daño y poner en el tapete situaciones falsas, las que son difíciles de manejar, en resumen, lograr ponerles un tapabocas, que se traguen sus palabras y que tengan que reconocer que no me estaba haciendo la enferma.

viernes, 17 de abril de 2009

Volviendo al mundo

Después de una larga ausencia, luego de un "fuera de servicio" difícil, vuelvo hoy a mi trabajo. Fui a conversar con mi jefa ayer y fue tan linda la recepción de mis compañeros y de ella misma, que me emocioné mucho. No esperaba que hubiera provocado tanta preocupación en ellos, lo cierto es que comprobé, así como con mi familia, que soy querida y que las personas que me rodean me extrañan y me quieren de vuelta sana.

Supe que, durante mi reposo médico, habían habido cambios en la estructura en mi equipo de trabajo, uno de ellos, el más importante, que me habían trasladado a una de las fiscalías de la región mucho más tranquila que las otras, con menos profesionales que atender, más cerca de mi casa, lo que me facilita enormemente el desplazamiento.


Mi doctora me pidió que me tomara las cosas con calma, que recuperara mis funciones de a poco, no es menor el tiempo que estuve fuera, fueron 3 meses en los que me olvidé completamente de ese tema. Le comenté a mi jefa este consejo, lo comprendió y me aseguró que me esperaría, como lo había hecho hasta ahora, que estaba segura que muy pronto volvería a desempeñarme como antes.


Estoy como una niña en su primer día de colegio, muy ansiosa, desperté muy temprano y comencé a preparar todo para llegar a la hora y comenzar a ordenar todo, incluso mi cerebro. Mi incorporación será, en un comienzo, por unas pocas horas, lo que me permitirá estar tranquila con el horario. Debido a los medicamentos que tomo, se me hace difícil despertar en las mañanas y no sólo eso, no lo hago con toda la energía necesaria para retomar por completo mis labores.


Unos días antes de salir de la clínica, sentí que ya no debía estar más allá, comenzaron a darme ganas de trabajar, siempre me ha gustado mucho mi trabajo, por lo que me hace muy feliz volver a retomarlo. Mis hijos, mi mamá y mi hermana no están tan felices por mi vuelta, en estos días de licencia, pudieron estar junto a mi mucho más tiempo que antes. Extrañarán esos días en los que podían hacer planes conmigo, los que yo también disfrutaba, pero es hora de volver a la realidad, de sacudirme, de sacarme la venda de los ojos, de levantar mi frente y disfrutar también de mi trabajo.


Hoy será un día decisivo para mi, me reencontraré con mis compañeros, volveré a disponer de los lugares que se me asignen para realizar lo mejor posible mi actividad que, en gran parte, es de una gran ayuda social. También trataré de retroalimentarme para sentirme nuevamente una mujer útil y completamente recuperada. Como dice en esa serie de dibujos animados "Pinky y Cerebro"... ¡¡esta noche Pinky saldremos a conquistar el mundo!!, no espero tanto pero al menos salir a conquistar mi espacio...

jueves, 9 de abril de 2009

Camino a Quilpué

Después de algunos meses de no aparecer por la casa de la familia de mi amor, decidimos partir mañana temprano. Estoy entusiasmada con el viaje. En realidad, estoy entusiasmada con varias cosas, entre ellas volver al trabajo, llevo ya tres meses y es agradable volver a sentir la necesidad de hacer cosas. La última vez que fui a Quilpué mi ánimo era bastante distinto al que me mueve hoy.

Tengo muchas ganas de ver a mis suegros, cuñadas, cuñado, niños y obviamente a la hijita de él. Me siento tan bien acogida, siento tanta preocupación en sus atenciones, crean un ambiente tan agradable que dan ganas de volver. Voy con altas expectativas, con el ánimo de devolver la mano a tanta preocupación. Además, han seguido el transcurso de mi salud con real interés. He recibido muestras de apoyo y saludos de cariño a través de mi amor.

Luego les cuento cómo salió todo, aunque visualizo que será un fin de semana muy entretenido y lleno de cariño.

miércoles, 8 de abril de 2009

Regreso a casa


Luego de un largo "fuera de servicio" mental, he decidido volver a contactarme con el mundo. Primero que nada, agradecer las múltiples muestras de cariño y solidaridad hacia mi persona. La sensibilidad de las personas que amamos las letras logró comprender la dimensión de mi ausencia. Han sido hermosas y sentidas las palabras de apoyo y buena onda, de verdad no esperaba tanto, pido disculpas por haberlos subestimado.

Quiero contarles que he estado bastante enferma, a mi doctora le costó dar con la dosis precisa para mantenerme compensada. De hecho tuvo que internarme en una clínica para poder tener un mejor manejo de los remedios. Me costó mucho volver a este mundo. Gracias a la estadía en ese lugar que, para muchos, podría representar el infierno mismo, para mi fue clarificadora, intensa y, sin duda, una experiencia profunda y fuerte.

Pude darme cuenta de la inmensa cantidad de personas con problemas graves de salud, dejados a su suerte por años y años, constaté la entrega que día a día nos brindaban las enfermeras y auxiliares de ese lugar, pendientes de cada uno de nosotros. Escuché historias espeluznantes, algunas otras tristes, pero la mayoría hablaban de soledad y desesperanza, en algún momento sentí que no pertenecía a ese lugar, que estaba mal usando ese servicio médico. En otros momentos me sentí muy sola, a pesar de que todos los días me visitaba mi familia y mis amigos. En situaciones extremas, como las que me hicieron caer en esa clínica, puedes estar rodeada de miles de personas, pero la soledad se anida en tu ser sin piedad.

Estuve 17 días allí, algunos pasaban muy rápido y otros lentos y amargos. En un comienzo me aislé, no quería conversar con nadie, incluso estuve los dos primeros días acostada, sin comer nada, sin ducharme, sin formular palabra. Luego me di cuenta que si no ponía algo de mi parte estaría allí mucho tiempo. Decidí participar en las actividades programadas especialmente con fines terapéuticos, cada una de ellas tenía un propósito, desde biodanza hasta actividades manuales, como dibujos, mandalas, chocolatería, bisutería y mosaicos.


La primera vez que participé me incorporé a un grupo que realizaba biodanza, por un rato muy cortito, luego de eso cada una de las personas se dirigía a distintos talleres, observé con detención lo que hacían. Me llamó mucho la atención el taller de mosaicos, el terapeuta era un hombre bondadoso, de mirada transparente, de modales suaves y palabras que invitaban al entusiasmo. Comencé a mirar una revista del tema, habían hermosos trabajos que me parecían realizables. Le consulté si era posible participar de ese taller, me mostró los materiales, me pidió que escogiera algún modelo, me enseñó las técnicas básicas y me instó a comenzar algo simple.

No sé cómo me vi seducida por las texturas de las teselas, por sus colores vivos, me entusiasmé como hacía tiempo sentía y comencé a hacer un espejo rodeado de pedacitos de cerámica, de distintos colores. La creación se me hizo fácil, como si siempre hubiera hecho esa actividad, cada momento que pasaba se me ocurrían más y más ideas para agregar a mi modelo. Los días que no había ese taller me sentía muy vacía, necesitaba estar con, mi delantal puesto, mis herramientas y mi obra. El resultado fue una hermosa combinación de colores, con flores y hojas verdes que jamás hubiera imaginado hacer. La segunda semana de claustro mi médico me autorizó a salir el fin de semana a mi casa, en un principio no quería, pero luego me di cuenta que sería una prueba de fuego para mi posterior salida. Ese fin de semana compré algunas herramientas básicas. No fue tan buena esa salida, me sentí perdida, perseguida, vigilada y coartada, era natural, no podían dejarme sola...

Tanto fue el entusiasmo, que el día anterior a mi alta, sentía que ya no tenía que estar más allí, necesitaba salir, con el propósito de comprar más cosas para poder realizar esa labor fuera de allí. Ahora estoy llena de teselas de colores hermosos, pegamentos, muchas herramientas que ayudan a expresarme en este mundo desconocido y fascinante del arte, de la creación más allá de los problemas y de mis dolencias. Puedo pasar el día entero en eso, feliz, no me aburro, no me impaciento, no me exijo. Sólo dejo que fluyan los colores y las texturas en mi cabeza, sobre la madera, sobre el dibujo que elegí o creé yo misma.

Me siento agradecida de haber estado en ese lugar estigmatizado por el mundo que no comprende que a veces no podemos seguir adelante sin un empujón, que piensa que todas las personas internadas son locas o insanas. Aunque aún no estoy del todo repuesta, encontré un desahogo a mis horribles pensamientos, encontré un alivio a mi dolor y la tranquilidad que había perdido.

viernes, 20 de marzo de 2009

Hoy recibí un premio

Hoy ha sido un día con altos y bajos, me permitieron salir por el fin de semana de la clínica que cuida de mi salud mental y trata de volverme a la cordura. Uno de los momentos felices fue este premio de mi hermana, quien no tiene idea de la felicidad que me ha producido, en situaciones como las que estoy viviendo, es necesario que te empujen un poquito para sentirte menos gusano.

Su hermoso sitio lo pueden leer en http://ypensarquejuliocambiomivida.blogspot.com/

Claro que tiene sus reglas y deben ser cumplidas sí o sí:
1º.- Exhibir la imagen del sello
2º.- Poner el enlace de la persona que te lo ha regalado
3º.- Elegir 10 personas para pasárselo
4º.- Escribirles un mensaje en su blog para que se enteren de su premio

Con mucho esfuerzo tendré que elegir sólo 10 de los blogs que creo son los merecedores de tan bello premio:

1. http://angelusaldesnudo.blogspot.com/ (aunque no le gusten los premios)

2. http://cineymusic.blogspot.com/

3. http://diariodeunasupervivienteyahooes.blogspot.com/

4. http://difistintos.blogspot.com/

5. http://noelia-ncb.blogspot.com/

6. http://castrodorrey-blog.com/

7. http://clarita-mivida.blogspot.com/

8. http://vanaglorias.blogspot.com/

9. http://freedomlibertadiparola.blogspot.com/

10. http://miserconspira.blogspot.com/

Para todos ustedes, con el corazón se los envío, pidiendo las disculpas del caso por tanta ingratitud, ya volveré nuevamente a disfrutar de sus bellos escritos y los aburriré con los míos.

jueves, 5 de marzo de 2009

Hablando de valores

Relacionado con el mismo tema del post anterior, en estos días me he acordado mucho de mi papá, lo he sentido en cada cosa que he hecho. Traté de acordarme de las conversaciones que teníamos, que no eran muchas -pues él viajaba y permanecía fuera del país por varias semanas-, pero bastante contundentes, sobre todo cuando ya estaba más grandecita.

Él tenía su forma especial de ver la vida, no era muy transigente con sus preceptos, pero me enseñó a no dejarme pasar a llevar, levantando un poco la voz y dejando claro quién era yo. No me enseñó que a los hijos hay que tratarlos con dulzura, sino con mano dura para que aprendan de chicos a obedecer, pues en la vida uno se encuentra con miles de situaciones en las que, como decimos los chilenos, "hay que bajar el moño", que a los hombres no se les puede tratar igual que a las niñas, decía él. Lo que no se aprende con delicadeza, entra con firmeza. Si bien, en su momento no lo entendí y llegué a despreciarlo muchas veces, ahora que soy mamá, sus palabras retumban en mi cabeza y las encuentro tan sabias, tan verdaderas, tan protectoras. Él tenía formas en las que podíamos notar su amor hacia nosotros, lo demostraba en regalos, elegidos con pinzas, para cada uno.

Ya en la adolescencia, no me dejaba salir, decía que mis amigos debían ir a la casa y que él tenía que conocerlos y darles el visto bueno... pero todos sabemos que en esa etapa tan confusa de la vida, sólo queremos rebelarnos y hacer todo lo contrario de lo que nuestros progenitores nos dicen. Para mantenerlo tranquilo, llevaba a mis amigos y amigas a la casa, pero a escondidas me arrancaba, bajo la complicidad de mi madre -quien no estaba de acuerdo con él- dejaba una almohada en mi cama y bajaba de puntillas las escaleras, obvio esperaba primero que él empezara a roncar. Abajo me esperaba un grupo de amigos con los que nos las arreglábamos para ir a alguna de las casas a bailar, ese era nuestro gran festejo, sólo bailar, música de los ochentas, aprender nuevos pasos y cantar con guitarra... canciones de Silvio. Esas arrancadas fueron las primeras que me llevaron a conocer a quienes ocuparían un lugar especial en mi corazón, cada uno de ellos no pasó la prueba con mi papá, pero sí se transformaron en mis amores adolescentes.

Mi fascinación por escribir nació en esa época, ya a temprana edad, le tiraba cartas de amor al hermano de una amiga, mucho mayor que yo, quien obviamente no me daba bola y me devolvía las cartas, situación que me hacía muy infeliz y que no comprendía. Ahora vuelvo mi cabeza hacia atrás y me da un poco de vergüenza pensar en las cosas que hacía. Alguna de esas cartas aún duermen en una caja con recuerdos, a veces las leo y, de verdad, escribía bien bonito, con metáforas, muy poética. Incluso, una vez una de esas cartas cayó en manos de mi mamá, quien me llamó muy enojada y me pidió explicaciones por esa locura. Tenía 14 años...

Si bien fui rebelde y mucho, recuerdo con cariño la profunda voz de mi padre llamándome la atención por haberle desobedecido, por haberle sacado el auto sin permiso, por haber llegado más tarde de la hora acordada, por haberme sacado una mala nota en el colegio, por miles de cosas.

Ahora extraño sus palabras que, a pesar de ser tan radicales, las he transmitido a mis hijos casi textualmente, sólo cambia la forma. En algún momento de mi vida necesité que me acariciara o que me dijera, cuando me retaba, que lo hacía porque me quería. Quizás ese fue su único error, quizás eso impidió que nuestra relación no fuera más cercana.

En sus últimos días de vida, cuando ya lo consumía un cáncer terrible, nos pidió perdón a todos, nos dijo que nos amaba y que todo lo que había hecho en su vida era porque éramos lo más importante para él. No quiso someterse a ningún tratamiento, su cáncer estaba muy avanzado y sólo se le indicó un tratamiento paliativo para el dolor. Duró 3 meses, como todo en su vida, terminó drásticamente...

sábado, 28 de febrero de 2009

Loco en Pensacola

Este es el asesino.

El día 27 de febrero, Danny Baker, un hombre desquiciado, de 60 años, xenofóbico, disparó a la casa que habitaban 12 estudiantes -chilenos en su mayoría-, 2 de ellos fallecieron en el lugar y 5 quedaron gravemente heridos, quienes fueron derivados a un hospital cercano, uno de ellos se encargó de avisar a sus padres de lo ocurrido. El cónsul chileno se encargó de trasladar a los familiares de los malogrados y jóvenes compatriotas.

Vimos en los noticiarios a los padres y hermanos de estos chicos llorar desconsoladamente ante tan increíble desgracia. Nadie se explicaba por qué motivo pudo ocurrir esto, que mente podría haber atentado -a sangre fría- contra un grupo de jóvenes que compartía una reunión sánamente.


Será que estamos ante una conducta ya instalada en los seres humanos, donde el valor de la vida no cuenta, donde la tolerancia ya no existe. De mucho otros actos horribles hemos escuchado: la desaparición de la pequeña Madelaine Mc Cann, la tortuosa vida que tuvo una niña en Alemania, miles de violaciones, atentados y homicidios se transforman en cotidianos acontecimientos en todo el mundo.

Incomprensibles, indignantes, dolorosas y repudiables situaciones que tenemos que ver, sin ninguna posibilidad de hacer algo, con las manos atadas. Nuestros niños, a los que queremos proteger y que tengan una infancia feliz, están tan desprotegidos al salir de nuestros hogares que queda confiar en algún ángel que los proteja, porque no se salva ni siquiera la policía, la que también se ve envuelta en actos vandálicos y corruptos.

Personalmente, quisiera confiar en que sólo los valores que inculcamos en nuestros hijos, puedan ser asimilados por ellos, para que al enterarse de tanta violencia no crean que es normal, que no crean que los conflictos se resuelven de esa forma. Son tantas las fuentes que promueven la intolerancia, que se hace complejo explicarles que esa no es la mejor manera de actuar, que no es mejor el que agrede sin compasión, que sus derechos terminan donde empiezan los del otro, que la vida es valiosa, que la amistad es necesaria, que el amor arregla cualquier enfrentamiento, que la lealtad es compensada con reconocimiento, que crecemos como seres humanos cuando logramos hacer entender al agresor que su comportamiento no contribuye a su desarrollo como persona, ¿es tan difícil?

Estas mentes enfermas ¿deberán recibir algún castigo ejemplar?, ser encerrados por años ¿resolverá el problema?, llenar las cárceles de desquiciados ¿será una solución?. ¿Será posible recuperar a estos seres insanos para que no sean un peligro inminente?. Cuesta pensar que existen personas que conoces podrían ser asesinos, que podría ser un pertubado y que llegaría a matarte sin miramientos.

Una vez, conversando con mi hijo de 22 años, analizamos qué habría que hacer para resolver el problema de la delincuencia, sobre todo cuando son niños o adolescentes los protagonistas de actos tan deleznables, y me sorprendió cuando me dijo que para él sólo la educación, la buena educación que los padres estamos obligados a entregar a nuestros hijos, es la única solución.

Muchos años tendremos que esperar, para que esta nueva generación aplique las enseñanzas que algunos padres hemos inculcado en ellos. Muchos años pasarán antes de que los gobiernos entiendan que deben crear políticas nuevas, para evitar que los niños en riesgo social se tranformen en delincuentes, que deben ser atendidos en forma especial, en conjunto con sus familias, las que muchas veces son disfuncionales e incluso, los padres también son personas violentas, transgresoras y poco preocupadas por este tema.

viernes, 27 de febrero de 2009

Recuerdos de una vida


Voy en un ratito más al departamento que nos albergó durante más de 2 años, a ese mismo que alejó a Ñamku de mi vida, ese mismo que permitió que ya no viviéramos más juntos y que en vez de evolucionar como pareja involucionamos a novios.

Voy con mis niños para que recuerden ese tiempo y para ver si están algunos de los amigos que hicieron allí. Hace tiempo que no voy sola, sin Ñamku, me imagino que lo veré con otros ojos. Tengo algo de nostalgia, en ese lugar, pequeñito, pero acogedor, logramos vivir en familia todo ese tiempo, con altos y bajos, como toda pareja, sobretodo con niños que requieren más atención, más espacio, siempre tener que darles de comer, mandarles almuerzo y colación al colegio todos los días, lavar cerros de ropa... todo esto desgasta, aburre y gatilla discusiones que se enfrascan en eternos reproches, que van deteriorando cualquier relación, no sólo de pareja, también interfiere en la que se crea con los niños.

Voy camino a mirar mi pasado reciente, mi vida anterior feliz con un hombre aparentemente simple, aparentemente alegre, pero que cambió con la agobiante realidad de nuestra compleja vida. Esta persona se vio sepultada por las cuentas, para él nuestros problemas son sólo económicos, yo no comparto esa visión, pero la respeto, me costó entenderlo pero lo hice.

jueves, 26 de febrero de 2009

El cuestionario de Noelia

Hoy estuve en la casa virtual de Noelia, a quien "Soy una pobre pensionista" http://unapobrepensionista.blogspot.com/ le dejó este cuestionario que contestaré gustosa, se los dejo por si les apetece contestar:
1. ¿Cómo es tu despertar por la mañana?
- A veces muy contenta, dependiendo de cómo haya dormido y cómo se venga el día, otras veces no quisiera despertar nunca más
2. Estación favorita del año?
- Primavera y verano, en otoño e invierno me muero.
3. ¿En qué ocupas tu tiempo?
- En escribir en el blog, leer, ver televisión, ir a la casa de mi hermana a compartir un momento agradable.
4. ¿Cuál es tu comida preferia?
- El pastel de papas, el pastel de choclo, las humitas, las ensaladas
5. ¿Cuál es tu color preferido?
- Al igual que Noelia, el negro. Mi ropero está repleto de ropa negra.
6. ¿Qué día de la semana es mejor para tí?
- El viernes, porque el sábado se puede dormir un poco más.
7. ¿Qué lugar te gustaría visitar alguna vez?
- Europa, enterita, sobre todo España y todas sus hermosas ciudades. También Nueva York, China, Hong Kong y muchos otros que sería largo de detallar.
8. ¿A qué temes?
- A que le pase algo a algún hijo, a mi madre, a mi hermana, a mi hermano, a algún ser muy querido, a volver a equivocarme, a hacer sufrir a alguien querido.
9. ¿Qué es para tí un blog?
- Mi pañuelo de lágrimas, mi depósito de tristezas, mi almacén de buenos amigos.
10. ¿Te cuesta perdonar?
- No, nunca me han dañado tanto como para no perdonar, todos podemos equivocarnos alguna vez.
11. ¿Qué extrañas?
- A mi papá, poder salir a algún lugar lejos de Santiago sola, despertar y no tener ningún problema grave.
12. ¿Cómo vives la Navidad?
- Con bastante indiferencia, sólo me preocupo de que los niños, cuando son muy chicos,
reciban algún regalito. Lo tomo como un día feriado, para descansar y estar con la familia.
13. ¿Quiénes forman mi mejor concierto?
- Mis hijos, mi familia, mis amigas y amigos, Silvio Rodríguez, hace poco Ismael Serrano, Dido, Madonna, Jarabe de Palo, Chambao y tantos otros.
Contesten con sinceridad, le dejo un abrazo,
Mona

miércoles, 25 de febrero de 2009

Cuando el pasado llama a tu Facebook

Hoy recibí una sorpresa muy grata, en mi gmail había un mesaje que decía que alguien de mi pasado quería ser mi amigo en Facebook. No podía creer lo que mis ojos veían. Fue un profesor que tuve en el instituto donde estudié traducción y él me hacía clases de inglés. Lo recuerdo muy alto, muy varonil, con barba y bigote. Tenía una voz que nos tenía a todas enamoradas. Como toda adolescente me enamoré de él, era mi amor platónico.

Fue platónico hasta que un día que no fui en mi auto a clases, él me interceptó a la salida del instituto y me ofreció llevarme o encaminarme hacia mi casa. Esa invitación a subir a su auto fue lo que me hizo ver que no era un amor platónico, que podía llegar a tener algo con mi ídolo, eso lo pensé mientras él manejaba. Yo lo miraba embobada, era tan guapo, tan sexy para mis ojos ingénuos.

Después de unos días de ocurrido este encuentro, a propósito fui sin auto para ver si se volvía a producir la invitación, esta vez me hizo la invitación, pero no a mi casa, sino a la suya. No podía creer la suerte que tenía, iba a la casa de mi profesor, ese señor alto y guapo que cuando me hacía clases yo sólo babeaba. Llegamos a su departamento, en el centro de Santiago, subimos a un cuarto piso, no recuerdo bien, me hizo pasar, me ofreció una gaseosa y nos sentamos a conversar. Era un departamento pequeño, que tenía sólo una cocina, un baño y un gran dormitorio con una cama de dos plazas.

Sólo quería que me besara, era mi fantasía más soñada. Me besó, no solamente la boca, me besó entera, yo lo besé entero también. Luego me desnudó e hicimos el amor, yo no cabía en mi de dicha, era mi sueño cumplido. Todos estos recuerdos vinieron a mi mente cuando vi su nombre en Facebook, se me aceleró el corazón, sentí las mismas mariposas en el estómago que sentía cuando se dirigía a mi en clases o cuando me abría la puerta de su auto para que subiera. Fueron dos veces que estuvimos juntos.

Ayer hablamos por el chat, está más grande, más frentoncito, como le comenté, sigue haciendo clases en una universidad, está planamente casado hace 20 años, tiene 3 hijos que adora y sigue siendo igual, como lo recuerdo. Quiere que nos juntemos a conversar un cafecito. No sé si ir. Amo a mi pareja, no quiero serle infiel, pero no sé qué va a pasar cuando lo vea, a lo mejor nos tomamos sólo el café y conversamos o talvez nos abracemos, nos besemos y vayamos a otro lugar.

Por ahora nos comunicamos por el chat y es muy interesante saber qué sentía él hace tantos años y saber además que el me buscó. Para él fue una gran sorpresa saber todo lo que me provocaba en esos años. Tampoco se acordaba por qué no seguimos, si nuestros encuentros eran hermosos, tiernos y muy apasionados. Después de que estuve con él, empecé un pololeo con mi mejor amigo, tan amigo fue que quedé embarazada y tuve que casarme con mi amigo.

Qué lindos recuerdos tengo de esa época, cuando tenía hermosos 18 años, cuando vivía mis primeros amores, mis primeras desiluciones

viernes, 20 de febrero de 2009

Temblores y Chaitén

En mayo del año pasado, el volcán Chaitén hizo erupción, fue tan terrible que hubo que evacuar dos localidades (Chaitén y Futaleufú, al sur hermoso de Chile) hacia Puerto Montt, los habitantes de estos pueblos estaban desolados, y no es para menos, esta erupción tuvo características de catástrofe, se elevó sobre el domo una inmensa nube tóxica quiroplástica que llegó hasta Argentina, con el terrible temor de que precipitara y bajara a más de 400 kilómetros por hora, con su carga tóxica y candente (más de 1.000 grados celsius). Con ese escenario, como si no fuera suficiente, el río que cruzaba Chaitén se salió de su curso, inundando las casa más cercanas, convirtiéndolo practicamente en un pueblo fantasma, sólo quedaron algunos policías, el locutor de la radio local y la inmensa cantidad de animales errantes.
Pasaron varios meses y las personas, albergadas en Puerto Montt, comenzaron a necesitar volver a sus casas, pocas quedaban, la erupción cubrió los pueblos de cenizas, más de 50 cms., que mataron toda vida vegetal existente y mataron miles de animales que no tenían de qué alimentarse, incluso estas personas lloraban por sus mascotas, fue desgarrador verlos por televisión.

El gobierno los indemnizó con un monto mensual, para que pudieran ubicarse, arrendar algún lugar, mandar a los niños al colegio, pero el gran problema que había era que la mayoría de los albergados sólo sabían trabajar la tierra o mantener una cantidad de animales para poder subsistir.

Luego de 9 meses, en los que varios habitantes volvieron poco a poco al pueblo desolado, contra las indicaciones gubernamentales, comenzaron a sentirse miles de temblores, en un principio suaves, pero al avanzar los días muchísimo más fuertes, luego de eso volvió a hacer erupción, esta vez creando un nuevo domo (cráter) por un costado del monte, con el peligro inminente de dejar caer su furia con más energía que la anterior.

Nuevamente, el gobierno les solicitó irse del lugar, pues el peligro de que quede sepultado es claro, encontrándose esta vez con más reticencia, incluso el alcalde estaba en contra de dejarlo. Constitucionalmente, no pueden obligar a ningún ciudadano a dejar su hogar, en eso se han basado los argumentos de los rebeldes.

Cuesta pensar en vivir en un lugar cuya seguridad pende de una nueva explosión, cuesta aceptar dejar todo lo que has juntado en toda una vida. Ellos argumentan además que teniendo en cuenta que el Chaitén no hacía erupción hacía 3.000, era poco probable que volviera a rugir pronto, lo que no tomaron en cuenta, es que este volcán desde que empezó su actividad, no ha dejado de seguir emanando gases y se mantiene una gran nube sobre su cima.

Me resta decir, que lamento enormemente lo sucedido, es un problema difícil de solucionar, pero quedarse ahí es naturalmente, la peor forma de hacerlo. Les deseo toda la suerte del mundo y que sus mentes logren entender el enorme riesgo que implica desentender las sugerencias de los expertos.

lunes, 16 de febrero de 2009

Caperucita - Ismael Serrano

Les dejo la letra de esta canción hermosa de Ismael Serrano. No hace mucho escucho a este fantástico artista, supongo que muchos de mis amigos españoles ya la conocen, para mi es casi biográfico... Lamentablemente, no pude encontrarla para poder escucharla con ustedes... Rectifico... Mi querida amiga Difistinto me ha mandado el link, muchas gracias... a escuchar



Caperucita sólo tiene dieciséis
primaveras sin flores, papá le dice: "Ven.
Caperucita eres joven y tienes que aprender
a ocuparte de la casa, que serás una mujer.

Para que seas buena esposa
y no envejezcas sola,
en la cama y la cocina has de saber
alegrar a tu marido y cuidar a cada hijo,
que te atrapa tu destino,
que has de ser madre y esposa".
Y la pobre Caperucita llora.
"Quiero volar, lejos de aquí escapar.
Dime, mi bien, quién me llorará
si me dan alas y echo a volar.
Quiero dormir, no quiero despertar,
Quiero ser la lluvia al otro lado del cristal,
quizás alguien me espere en la oscuridad".

Una fría tarde Caperucita iba
a casa de su abuela a llevarle comida,
cuando se encontró con un lobo feroz.
"Dime dónde vas niña, que te acompaño yo".

La muchacha se supo perdida.
Gritaba Caperucita
mientras la devoraba el lobo.
Bajo la falda del vestido
estallaron los dormidos
sueños que en la noche
la mantenían viva. Pobre Caperucita.
"Quiero volar, lejos de aquí escapar.
Dime, mi bien, quién me llorará
si me dan alas y echo a volar.
dormir, no quiero despertar,
quiero ser la lluvia al otro lado del cristal,
quizás alguien me espere en la oscuridad".
Una gris mañana Caperucita se casó,
vestida de blanco, bella como una flor.
Su marido, muy elegante, otro lobo feroz,
y su padre orgulloso lloraba de emoción.

Ahora cada noche el lobo la devora,
clava sus dientes, y llora
Caperucita mientras espera a que un aullido
le diga que el dormido animal despertó.

Después descansa tranquilo el malvado lobo feroz.
La cara de Caperucita alumbra una sonrisa
mientras mece una cuna. En ella está una niña,
quizás futura oveja para un lobo feroz,
a no ser que afortunada la rescate tu amor.
Caperucita la arrulla contra el pecho
y un murmullo lento y lleno
de esperanza y vida,
canta Caperucita.

"Quiero volar, lejos de aquí escapar.
Dime, mi bien, quién me llorará
si me dan alas y echo a volar.
Quiero dormir, no quiero despertar,
quiero ser la lluvia al otro lado del cristal,
quizás alguien me espere en la oscuridad.

Quiero volar".

domingo, 15 de febrero de 2009

Una esperanza

En las mañanas que miro a través de mi ventana,

con la esperanza de dirigir mi pupila hacia esos desiertos.

De ver esos desiertos que habitan en el asfalto,

De disfrutar esos desiertos que simulan ser frondosos.

En esos desiertos he hundido mi mano confiada,

a cambio he recibido arena ardiente, quemante,

Con temor vuelvo mis ojos errantes

hacia refugios inventados.

Descubro unas manos lejanas,

que se acercan cálidas, pero no ardientes,

me envuelven en un manto tibio y sedoso,

del que quiero aferrarme eternamente.

Me tiran por los pies otras frías y húmedas,

ruego a esa mano cálida me sostenga,

no me deje partir, me salve,

escudriño en mi alma la más suave promesa realizada,

los oídos sordos de esa mano fría no entienden,

con el afán de quedarme en la tibieza,

se confunden los pedidos,

la mano tibia me suelta y la fría me subyuga.

Saco una voz distorsionada, quemante,

pretendo que el calor me rescate,

los rugidos escalofriantes inundan el espacio,

mi mano cálida no me escucha,

sigo gritando hasta ensordecer el frío

hasta incendiar el témpano.

Por fin, me jala fuertemente,

la espezanza se viene a nuestro lecho,

por fin, la esperanza se nos queda.

sábado, 14 de febrero de 2009

Lágrimas

Lágrimas, lágrimas y más lágrimas...
Hoy aparecen sin ser invitadas,
hoy inundan mis ojos,
sin permitirme ver
más que imágenes borrosas.

Lágrimas que caen sin poder ser contenidas
sollozos profundos que ahogan,
incontrolables brotan de mis ojos a borbotones,
inexplicables, caen y caen,
estropeando lo que mojan.
Lágrimas irreverentes,
no dejan de caer,
la angustia también toma palco,
esa que sabes por qué está,
pero que te rehusas a vivir.
Preocupo a quienes me sorprenden,
aunque en secreto pretendo simular,
mis ojos me delatan, se hinchan,
rojos testigos de penas profundas.

viernes, 13 de febrero de 2009

Comprensión

Muchas veces nuestro inconsciente nos hace malas jugadas. Pensamos que sí entendemos lo que le pasa al otro, pero muy dentro nuestro sabemos que en realidad lo que nos dice o lo que le sucege no es tan cierto y que hay mucho de manipulación en ese comportamiento. Sobre todo cuando hay alguna enfermedad de por medio.

Las personas, en un principio, actúan con preocupación y desvelo, pero existen algunos males que, en definiva, no se curan con una píldora y con varios días de reposo. Males del estado de ánimo, que según el mal, hacen que a veces nos sintamos muy activos y otros, simplemente, quisiéramos no existir.

Pongamos el ejemplo de una persona operada, los primeros días son horribles, el dolor de la herida hace que la persona esté irritable y quejumbroso, y se entiende por la magnitud de la invasión. Pero en nuestros días, los médicos sugieren que los operados comiencen de inmediato a movilizarse, obviamente con cautela y de a poco. Puede haber fiebre en algunos casos, donde lógicamente, nuestro enfermo estará tumbado en la cama sin querer saber de nada, sin apetito, sin ánimo. Pasados algunos días la fiebre cede y da paso a un mejor estado general, más optimismo, más apetito y más ganas de levantarse, lo que se irá incrementando a medida que vaya pasando el dolor.

En una enfermedad psiquiátrica, no existen motivos ambientales para los cambios en el estado de ánimo, algunos días podemos estar muy alegres, con ganas de hacer muchas cosas, diríamos hiperactivos (en psiquiatría: Hipomanía). En cambio otros, como hoy, en los que no dan ganas de hacer nada, ni siquiera de hablar, de comer, de asearnos. No importa la cantidad de horas en las que estés en ese estado, es la etapa depresiva del mal.
Entiendo que es difícil de llevar y, entiendo que se sienta como manipulación, pero es efectivo, es como si todo lo que te rodea no tuviera sentido, como si la vida misma estuviera castigándote por existir. Para alguien que nunca lo ha vivido, se torna insoportable e inentendible, quisiéran ayudarte pero no existe en el mundo nada que pueda hacerte cambiar ese estado, salvo algunos medicamentos que aporta un poco de cordura.
En este caso, lo único que sirve de veras, es la comprensión, el estar al lado sin decir palabras, acercarte un pañuelo para que no termine empapada la almohada y las sábanas, llevarte un vaso de agua o simplemente acariciarte el cabello. Pésimo es enfadarte o recriminar a esta persona porque no lo tomas en cuenta o porque sienten que no quiren que estés con ellos.
El amor en estos casos es vital, si realmente te quieren sabran guardar silencio cuando sea necesario, darte una palabra de aliento, simplemente estar.

jueves, 12 de febrero de 2009

Un paseo por Santa María de Manquehue

Vivo hace 45 años en Santiago de Chile y siendo franca, sólo conocía el sector que podríamos llamar plano de la ciudad. Hace unas semanas, estando yo en un estado miserable de ánimo, mi amor me convenció y me sacó a dar una vuelta por la precordillera. Anduvimos por un centro comercial muy exclusivo, donde bebimos una gaseosa, comimos unos pastelitos y luego, pensando que ya partíamos a casa, me subió a un bus que dio una vuelta con muchos recovecos que nos llevó a un camino donde se ve toda, toda la ciudad.

Santa María de Manquehue, en el mismísimo cerro Manquehue que, hasta donde yo sabía, no estaba habitado ni tenía caminos. La vista era sobrecogedora, hasta di un gritito de sorpresa al ver tan hermosa a mi ciudad. Siempre me ha parecido bella, pero verla desde la punta de un cerro, cambia la cosa. Estaba oscureciendo, empezaban a encenderse las luces y la maravilla no terminaba aún, el bus dio otra vueltecita y se veía el otro lado de Santiago, más hermoso aún.


La opulencia de las casas del sector me impresionó, verdaderas mansiones con prados magníficos, cinco autos por casa y unos metros más allá todo lo opuesto, miserables casuchas con personas cuya dignidad dista mucho de ser tal. Los contrastes de esta ciudad son quizás lo único que no me gusta, cómo tanto para algunos y nada para otros. Quisiera imaginar esta ciudad más justa, que por lo menos chorreara algo para los que tienen menos oportunidades y recursos. Es un sueño de muchos, creo yo. La crisis no se notó en este paseo sorprendente. La conclusión que pude sacar de este paseo que duró casi dos horas, es que debemos hacer algo para lograr la tan ansiada equidad.

Les dejo estas fotos a mis amigos de otras latitudes y a mis amigos chilenos que no han conocido aún la magnificencia de nuestra capital.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Gracias

Como escribí hace algunos posts, mi hombre fue operado el lunes, pues bien, llegó el momento del alta médica y resolver el problema del traslado. Tomemos en cuenta que no tengo vehículo y el de mi hermana no estaba disponible, pues ella está tomando sus merecidas vacaciones, por lo que este simple suceso se transformó en una odisea.

Pensaba y pensaba qué hacer para poder trasladar a este hombre alto y delgado de una manera cómoda y segura. En ese pensar y pensar, se me ocurrió llamar a mi otro salvador de situaciones extremas, mi hermano, con tan mala suerte que él también estaba haciendo uso de su merecido descanso en una ciudad muy lejana de Santiago. De todos modos lo llamé, para asegurarme de que efectivamente estaba lejos, con tan buena suerte que me ofreció una solución maravillosa.


Mi hermano tiene una empresa que se dedica a la reparación de maquinarias de la minería, por lo que la crisis, en vez de perjudicarlo lo llenó de trabajo, pues los empresarios mineros suspendieron sus compras de maquinaria nueva y decidieron repararlas, entonces por fortuna le ha llegado más trabajo del que puede cubrir, teniendo largas listas de espera para reparar las enormes máquinas del rubro. Aclarado este tema, puedo definir a mi hermano como un hombre muy trabajador, que tiene lo que tiene por que se ha roto el lomo trabajando, tiene un buen pasar y las personas a quienes deja cuidando sus intereses, están tan agradecidas de su bondad que hacen todo lo posible para que no tenga preocupaciones durante su descanso. Es el caso, que me contactó con su gerente general, quien me llamó muy amablemente, preguntándome qué necesitaba exactamente para poder dármelo. Primero pensé en que me prestaran un vehículo, ir yo a buscarlo y luego de hacer el traslado, volver a dejarlo.


No alcancé a pedírselo, cuando me dijo que mejor, para evitar que tuviera que ir tan lejos a retirar un vehículo, me facilitaba a un chofer de la empresa, a mi disposición por todo el tiempo que necesitara. Fue así, que a los minutos de haber cortado con él, yo muy agradecida por lo demás, me llama el chofer, ofreciéndome todo tipo de facilidades y consultándome la hora y el lugar donde debía dirigirse.


La verdad es que no tenía muy clara la hora en que el doctor iría a examinar a mi amor y tampoco la hora del alta, así es que estimamos una hora durante la mañana de hoy. Muy puntualmente me llamó y me dijo que ya estaba estacionado esperándome en la clínica. A todo esto, el doctor no daba señas de llegar, así es que le dije que si tenía que hacer algún trámite lo hiciera y yo lo llamaría cuando estuviéramos listos. No sé cuántas vueltas se dio este pobre hombre, porque el doctor llegó casi una hora después de esta llamada.


Finalmente, pudimos hacer contacto visual y acomodamos a mi adolorido tesoro en el asiento del copiloto, adaptado especialmente para que fuera casi acostado. Instalamos todos los bultos que teníamos, me subí yo atrás y luego él se sentó al volante, con la cara llena de risa y nos consultó para donde emprender el camino. A todo esto, el médico le dio una receta con varios medicamentos que comprar, por lo que la primera parada fue en una farmacia, por fortuna cercana a la clínica. Luego de eso debíamos ir a buscar alguna ropa y otras menudencias al departamento que alguna vez compartimos y que está en la punta oeste de la ciudad. Luego de ir a comprar los medicamentos y recoger todo lo que necesitábamos, partimos rumbo al otro extremo de la ciudad donde finalizaba el trayecto.

Fue tan amable y tenía tanta buena voluntad, que en algún momento me sentí avergonzada de abusar tanto de estas actitudes tan loables. El destino era la casa de mi madre, que vive en un cuarto piso, él se encargó de tomar todos los bultos, que no eran poco y ayudar a subir las escaleras, con una paciencia evidiable.


Imagínense, todo esto empezó a las 11:30 de la mañana y finalizó a las 14:30 hrs. y siempre con la mejor disposición, sin ningún rastro de ansiedad o apuro por terminar pronto. Luego de reflexionar sobre todo esto, concluyo que todavía existen personas desinteresadas, con espíritu de servicio y sin esperar recompensa alguna por su gestión.

Lógicamente, llamé de inmediato al jefe de este ángel para dar las mejores referencias, agradecer todas las molestias que se había tomado y dejarlo lo mejor parado posible, para que también recibiera, al menos, un reconocimiento de su jefe.

lunes, 9 de febrero de 2009

La operación

En este momento están operando a mi amorcito de su famosa hernia inguinal, entró a pabellón hace exactamente una hora y ya no me quedan uñas que comerme. No estaba nerviosa, pero cuando lo vi en la camilla, con esa batita que les ponen, se veía tan indefenso que en ese momento pensé que le podía pasar algo, que es tan niño que quizás le duelan todas esas inyecciones que les ponen sin piedad a los pobres pacientes.

Me siento con esperanzas que todo saldrá bien, me hace bien tener mi laptop para poder desahogar todos mi sentimientos en este momento de incertidumbre máxima. Lo bueno es que podré cuidarlo a tiempo completo, pues estoy con permiso médico varios días más, por lo que me dedicaré sólo a mimarlo y a consentirlo...

domingo, 8 de febrero de 2009

Un rinconcito llamado Lliu-Lliu


Nuestro Chile cada día nos sorprende más y más, yo pensaba que conocía toda la región más turística, la Quinta: Viña del Mar y su reloj de flores, Valparaíso patrimonio de la humanidad con sus interminables cerros, Olmué y su festival del huaso, Limache y sus conocidos tomates, Quilpué lugar de tórtolas, etc. Pues bien, el viernes partí con mi amor hacia Quilpué a saludar a su extensa familia, llegando allá no encontramos con una peculiar invitación a un triple cumpleaños, con quedada a dormir en la localidad de Lliu-Lliu. En mi vida había escuchado de aquel lugar y, siendo honesta, no me tincaba mucho. Accedí a participar y amaneciendo el día sábado partimos en tren hacia Limache, llegando a la estación de Limache nos esperaban en un vehículo, no sé cuántos kilómetros anduvimos, hasta llegar a una hermosa parcela, con una pequeña piscina, donde había muchos árboles, plantas, pastito y un hermoso quincho que ya empezaba a hacer su labor con el carbón al rojo vivo.
Debo reconocer que me sorprendió tanta belleza, no imaginé que en un lugar tan campestre existiera una parcela con todas las comodidades que te puedas imaginar: capacidad para 10 o 12 personas, todo ambientado campestre pero con 3 plasmas maravillosos, conectado al satélite, para mi un sueño, porque señal de internet ni de celular existía ni la más mínima. Ver algo de cable me hizo sentir menos angustiada, como buena citadina que soy.
Estuvimos todo el fin de semana allí, eramos cerca de 30 personas, un poco cohibida pero a medida que pasaba el rato se me hacía menos complicado eso de compartir con personas que no conoces mucho o que jamás en tu vida habías visto.
Agradezco la oportunidad de seguir sorprendiéndome con mi país, a mis amigos bloggeros que me comentan siempre o simplemente me leen, les recomiendo echarse una vueltita por estas tierras, que por lo demás el cambio favorece muchísimo.