martes, 30 de septiembre de 2008

La Gotera


Santiago, verano 2006, 32 grados de calor. A pesar del calor, siento una gotera. No sé de donde viene, es un ruido contínuo y molesto.La busco y la busco. Durante el día no se siente tanto por los ruidos propios del día: los autos, las micros, los bocinazos, los perros, etc. Durante la noche, parece un martillo que golpea mi cabeza, me levanto, busco por todo el departamento, nada de nada. Me vuelvo a acostar, pero la desgraciada no me deja dormir, entre que trato de dormir y de no escucharla, sueño...
Sueño con mi papá, lo sueño vivo, siento su voz en el teléfono, lo veo subir la escalera del edificio, delgado, alto, con su cabecita blanca y su tremendo vozarrón. Me dice que fue un error, que él no está muerto, que fue otra la persona que enterramos. Despierto contenta y bañada en sudor, me doy cuenta que fue un sueño, lloro.
Creo saber de donde viene el ruido, tendré que llamar a un gásfiter, le pregunto a mi mamá si la ha escuchado, me dice que no, que estoy loca, que ni siquiera cuando hay diluvio en Santiago tiene goteras el departamento. ¡Qué diablos!
La noche pasa lenta, el teléfono no suena, no hay respuesta de mis mails. La gotera suena más y más fuerte, no hay ningún ruido, salvo el maldito tic, toc, tic, toc. Es mi corazón el que se está desangrando, esa gotera suena en mi corazón...

(Escogida de blog creado el año 2005 "Ya no busco, simplemente me pierdo")

1 comentario:

Luzjuria dijo...

¡Manita! que recuerdos has sacado del baúl, que bueno que esta gotera ya no existe, que bueno que encontraste un buen gasfiter, jajaja

Un besote, te quiero mucho