miércoles, 8 de abril de 2009

Regreso a casa


Luego de un largo "fuera de servicio" mental, he decidido volver a contactarme con el mundo. Primero que nada, agradecer las múltiples muestras de cariño y solidaridad hacia mi persona. La sensibilidad de las personas que amamos las letras logró comprender la dimensión de mi ausencia. Han sido hermosas y sentidas las palabras de apoyo y buena onda, de verdad no esperaba tanto, pido disculpas por haberlos subestimado.

Quiero contarles que he estado bastante enferma, a mi doctora le costó dar con la dosis precisa para mantenerme compensada. De hecho tuvo que internarme en una clínica para poder tener un mejor manejo de los remedios. Me costó mucho volver a este mundo. Gracias a la estadía en ese lugar que, para muchos, podría representar el infierno mismo, para mi fue clarificadora, intensa y, sin duda, una experiencia profunda y fuerte.

Pude darme cuenta de la inmensa cantidad de personas con problemas graves de salud, dejados a su suerte por años y años, constaté la entrega que día a día nos brindaban las enfermeras y auxiliares de ese lugar, pendientes de cada uno de nosotros. Escuché historias espeluznantes, algunas otras tristes, pero la mayoría hablaban de soledad y desesperanza, en algún momento sentí que no pertenecía a ese lugar, que estaba mal usando ese servicio médico. En otros momentos me sentí muy sola, a pesar de que todos los días me visitaba mi familia y mis amigos. En situaciones extremas, como las que me hicieron caer en esa clínica, puedes estar rodeada de miles de personas, pero la soledad se anida en tu ser sin piedad.

Estuve 17 días allí, algunos pasaban muy rápido y otros lentos y amargos. En un comienzo me aislé, no quería conversar con nadie, incluso estuve los dos primeros días acostada, sin comer nada, sin ducharme, sin formular palabra. Luego me di cuenta que si no ponía algo de mi parte estaría allí mucho tiempo. Decidí participar en las actividades programadas especialmente con fines terapéuticos, cada una de ellas tenía un propósito, desde biodanza hasta actividades manuales, como dibujos, mandalas, chocolatería, bisutería y mosaicos.


La primera vez que participé me incorporé a un grupo que realizaba biodanza, por un rato muy cortito, luego de eso cada una de las personas se dirigía a distintos talleres, observé con detención lo que hacían. Me llamó mucho la atención el taller de mosaicos, el terapeuta era un hombre bondadoso, de mirada transparente, de modales suaves y palabras que invitaban al entusiasmo. Comencé a mirar una revista del tema, habían hermosos trabajos que me parecían realizables. Le consulté si era posible participar de ese taller, me mostró los materiales, me pidió que escogiera algún modelo, me enseñó las técnicas básicas y me instó a comenzar algo simple.

No sé cómo me vi seducida por las texturas de las teselas, por sus colores vivos, me entusiasmé como hacía tiempo sentía y comencé a hacer un espejo rodeado de pedacitos de cerámica, de distintos colores. La creación se me hizo fácil, como si siempre hubiera hecho esa actividad, cada momento que pasaba se me ocurrían más y más ideas para agregar a mi modelo. Los días que no había ese taller me sentía muy vacía, necesitaba estar con, mi delantal puesto, mis herramientas y mi obra. El resultado fue una hermosa combinación de colores, con flores y hojas verdes que jamás hubiera imaginado hacer. La segunda semana de claustro mi médico me autorizó a salir el fin de semana a mi casa, en un principio no quería, pero luego me di cuenta que sería una prueba de fuego para mi posterior salida. Ese fin de semana compré algunas herramientas básicas. No fue tan buena esa salida, me sentí perdida, perseguida, vigilada y coartada, era natural, no podían dejarme sola...

Tanto fue el entusiasmo, que el día anterior a mi alta, sentía que ya no tenía que estar más allí, necesitaba salir, con el propósito de comprar más cosas para poder realizar esa labor fuera de allí. Ahora estoy llena de teselas de colores hermosos, pegamentos, muchas herramientas que ayudan a expresarme en este mundo desconocido y fascinante del arte, de la creación más allá de los problemas y de mis dolencias. Puedo pasar el día entero en eso, feliz, no me aburro, no me impaciento, no me exijo. Sólo dejo que fluyan los colores y las texturas en mi cabeza, sobre la madera, sobre el dibujo que elegí o creé yo misma.

Me siento agradecida de haber estado en ese lugar estigmatizado por el mundo que no comprende que a veces no podemos seguir adelante sin un empujón, que piensa que todas las personas internadas son locas o insanas. Aunque aún no estoy del todo repuesta, encontré un desahogo a mis horribles pensamientos, encontré un alivio a mi dolor y la tranquilidad que había perdido.

6 comentarios:

Don Pepe dijo...

Bienvenida seas Monita, no puedo dejar de emocionarme con cada letra que voy leyendo, pero al mismo tiempo siento el avancé que has logrado, se también que hubieron momentos difíciles y otros no tanto, pero de igual forma lograste crear migas con una o mas personas en ese oasis de la tranquilidad.
Siempre tuve noticias tuya, en mas de una oportunidad te visite y pude conocer un poco mas de este obstáculo en la vida, pero gracias a ello pude conocer a tus primogénitos, adorables, generosos y con una autonomía envidiable.
Pero de igual forma celebro tu espíritu de superación, en cuanto a tus talentos no me admira se que siempre los as tenido, solo faltaba aquel empujoncito para que salieran a flote.
Disfruta y déjate querer por aquellos que siempre estuvieron a tu lado, por mi parte un abrazo cargado de energía y un beso cósmico para cada día.

Mi Ser dijo...

Cada segundo es un encuentro diferente con nosotros mismos.... soy feliz de que hayas podido apreciarlo de la menra en que necesitabas que fuera.... Mi Fe.. tan distinta a la tuya... agradece que tus ojitos brillen y que tus primaveras sean coloridas entre el arte y la armonía.

Se te extrañó... como aquel caracol que extraña su cascaron... que aunque deteriorado siempre fiel y apreciado....

Te Quiero mucho... y espero sonreír en tu mirada pronto.

Abrazoles Amiga...
Mi Ser.

Clarita dijo...

Guapa no sabes cuanto me alegro de que estés ya entre nosotros, de que tu rinconcito vuelva a sonreir con tus palabras y nosotros igualmente al saber que te encuentras bien, que has superado todo bache en tu camino con tanta fuerza que se que guardas dentro y tanto cariño y amor!!
Un beso requete-enorme. He llorado con tu entrada, estaba realmente preocupada!
Ahora me siento felíz

Mon dijo...

Buenas! Bienvenida! Te estaba esperando!

Me alegro que estes de nuevo aqui.
Algo parecido con tu encuentro con el mosaico( por cierto es precioso) me sucedió con el punto de cruz. QUe me gusta y tengo pendiente una casa de pueblo.. Resulta que en cierto tiempo de nervios se me metio en la cabecita hacer esa casa... bastante complicada decia mi madre para una principiante, pero fui testaruda y compre todo lo necesario. No sabia nada de punto de cruz y iba siguiendo la revista y preguntando a mi madre.Pero mi madre no sabe casi nada de punto de cruz asi que fui bastante autodidacta ...

Una tarde, en casa de mi padre, me puse a bordar, comiendome la cabeza porque no me salia bien!!! Y mi padre me miro y me pregunto quien me habia enseñado. Yo le respondi que nadie, que habia leido una revista. Y me dijo que seguia la misma postura que mi abuela paterna, que vivia en un pueblo muy famoso por sus bordados...Y que el la habia visto muchas veces bordar, que yo, lo estaba haciendo bien. Me dijo que seguramente hacer bordados lo guardaba en mi memoria genetica, aunque yo no conoci a mi abuela materna!!! Me pareció una buena respuesta para mi buen hacer pero la verdad es que mi mente era rapida bordando...
Bueno! Que digo mucho porque me apetecia mucho !!!!

Un besote!!!!

noelia dijo...

Mi niña, no hay una sola palabra, una sola coma, una sola expresión de todo lo que nos has contado que no me haya puesto los pelos de punta, que mis ojos no han podido más que ponerse con un velo lloroso.
Primero darte todas las fuerzas, para seguir adelante, para pensar en el futuro, y nunca hacía atrás.
Me alegra que estés en el buen camino y poco a poco, te vuelvas a rencontrar..
un beso enorme y toda mi fuerza

decisiones para la vida dijo...

- Jovimo: No sabes, amigo querido, lo importante y reconfortante que fue que me visitaras cuando estaba tan mal. Gracias te doy por hacerte un espacio para ir a verme y entregarme esa inyección de ánimo que dejaste con ese encuentro. Te quiero muchísimo.

- Mi ser hermosa: Hermosas palabras, como siempre, me has entregado, las que me han llenado de emoción, con lágrimas también. Yo también espero poder verte pronto y que nuestros ojos vuelvan a encontrar ese inmenso cariño que nos tenemos. Envíale un abrazo muy grande a tu amor y para ti también.
Las quiero enormemente.

- Clarita, hermosa Clarita: gracias por extrañarme. Debo pedirte disculpas, igual que a todos mis queridos amigos, por este "fuera de servicio" que no ha sido corto, pero necesario. Espero que ahora pueda integrarme de a poco para volver a deleitarme con tus escritos y toda tu dulzura. Besos gigantes para una gigante.

- Mi querida Montsita: Todo trabajo manual tiene su beneficio en nuestra mente, nos mantiene alejadas de los sufrimientos, aunque sea por un ratito. Ocupa todo nuestra concentración y sin quererlo van apareciendo las formas, los colores, que nos hacen no creer que fuimos las creadoras de tanta belleza. Sigue adelante, hoy será una casa, luego será quizás un árbol, un animalito, tantas cosas que admirar. Te mando un beso cómplice de artista a artista (qué presumida).

- Noelia bella: hiciste que mi piel se erizara con esas bellas palabras que me has brindado, para que veas que nuestra conexión, aunque no tan frecuente como quisiera, no se ha dañado. Gracias por tu ánimo y me sumo a tu consejo de no mirar hacia atrás. Te mando un abrazo muy apretado.

Mona